¿Cómo murieron Adán y Eva?

Jim G. preguntó.

Tengo algunas preguntas relacionadas:

  • ¿Cómo murieron Adán y Eva?
  • ¿Quién murió primero, Adán o Eva?
  • ¿Fueron enterrados Adán y Eva después de su muerte?

Comentarios

  • Wow que era una pregunta muy interesante que no sé por qué nunca pasó por mi mente, o si lo hizo no lo recuerdo. Gracias por esta pregunta y por la respuesta Starman, esto ciertamente me ha hecho pensar –  > Por Jess.
  • @Jess: ¡Bienvenido a Christianity.SE! Los sitios de StackExchange son un poco diferentes de otros sitios de discusión como los foros. La función de respuesta es realmente sólo para responder a las preguntas. Si tienes comentarios sobre una pregunta o una respuesta, por favor usa los Comentarios en su lugar. He convertido tu respuesta en un comentario, ya que encaja mejor como tal. No obstante, gracias por tu participación. Por favor, echa un vistazo al enlace de preguntas frecuentes en la parte superior de la página; ofrece una visión general sencilla de cómo funcionan el sitio y la comunidad. 🙂 –  > Por Mason Wheeler.
3 respuestas
El’endia Starman

Adán (y presumiblemente Eva) simplemente murió de viejo.

Génesis 5:5 (NVI)
5 En total, Adán vivió un total de 930 años, y luego murió.

En cuanto al lugar donde fueron enterrados, no creo que se registre en ninguna parte de la Biblia. Quién murió primero ciertamente no está registrado; esa trivialidad probablemente no habría sido importante para la gente de la época.

Comentarios

  • Estoy de acuerdo en que quién murió cuando es una trivialidad. El hecho de que de que alguien muriera es el mayor titular en esta etapa de la historia de la Tierra. –  > Por Reintegración de Mónica – Adiós SE.
  • Había leído en alguna parte que existe la tradición de que el Gólgota («Calavera») se refiere al cráneo de Adán y que fue enterrado allí. Esto puede ser más leyenda que tradición, no lo sé realmente. –  > Por Matt Cremeens.
Ken Graham

¿Cómo murieron Adán y Eva?

Puede que nunca sepamos cómo murieron Adán o Eva, dónde fueron enterrados o quién murió primero.

Esto es lo que sabemos de las Escrituras:

5 Este es el libro de las generaciones de Adán. Cuando Dios creó al hombre, lo hizo a semejanza de Dios. 2 Hombre y mujer los creó, y los bendijo y les puso el nombre de Hombre1 cuando fueron creados. 3 Cuando Adán vivió 130 años, engendró un hijo a su semejanza, según su imagen, y lo llamó Set. 4 Los días de Adán después de engendrar a Set fueron 800 años; y tuvo otros hijos e hijas. 5 Así, todos los días que vivió Adán fueron 930 años, hasta que murió. – Génesis 5:1-5

Adán y Eva tuvieron otro hijo después de que Caín matara a su hermano Abel. Así sabemos que Eva vivió al menos 130 años según las Escrituras.

25 Adán conoció de nuevo a su mujer, la cual dio a luz un hijo y lo llamó Set, porque dijo: «Dios me ha designado7 otro vástago en lugar de Abel, pues Caín lo mató.» 26 A Set también le nació un hijo, y lo llamó MEnós. En aquel tiempo la gente empezó a invocar el nombre del Señor. – Génesis 4:25-26

En general, se cree que Adán sobrevivió a su esposa Eva. Una tradición judía nos dice que tanto Adán como Eva fueron enterrados en la Cueva de los Patriarcas en Macpela (Hebrón, Israel), el mismo campo y cueva que Abraham había comprado como lugar de enterramiento para él y sus descendientes.

23 Y Sara tenía ciento siete y veinte años; estos fueron los años de la vida de Sara.

2 Y Sara murió en Quiriatarba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán; y vino Abraham a hacer duelo por Sara y a llorarla.

3 Y Abraham se levantó de entre sus muertos y habló a los hijos de Het, diciendo

4 Soy forastero y extranjero con vosotros; dadme posesión de una sepultura con vosotros, para que entierre a mis muertos fuera de mi vista.

5 Y los hijos de Het respondieron a Abraham, diciéndole

6 Escúchanos, señor mío: eres un poderoso príncipe entre nosotros; en la elección de nuestros sepulcros entierra a tus muertos; ninguno de nosotros te negará su sepulcro, sino para que entierres a tus muertos.

7 Entonces Abraham se levantó y se inclinó hacia el pueblo de la tierra, hacia los hijos de Het.

8 Y habló con ellos, diciendo: Si queréis que entierre a mis muertos fuera de mi vista, oídme y rogad por mí a Efrón hijo de Zohar

9 para que me dé la cueva de Macpela que tiene, que está al final de su campo; por todo el dinero que valga me la dará como posesión de un lugar de enterramiento entre vosotros. – Génesis 23:1-9

La Enciclopedia Judía dice lo siguiente sobre esta tradición:

Datos bíblicos y posbíblicos:

Nombre de un campo y una cueva comprados por Abraham como lugar de enterramiento. El significado del nombre, que siempre aparece con el artículo definido, no está claro; según el Targumim y la Septuaginta significa «el doble», mientras que Gesenius («Th.»), con más razón, lo relaciona con el etíope para «la porción». Parece que estaba situada cerca de Mamre, o Hebrón, y que pertenecía a Epbrón el hitita. Abraham necesitaba un lugar de enterramiento para Sara, y compró el campo de la Macpelá, al final del cual había una cueva, pagando cuatrocientos siclos de plata. La cueva se convirtió en el lugar de enterramiento de la familia, siendo Sara la primera en ser enterrada allí; más tarde, Abraham, Isaac, Rebeca, Lea y Jacob fueron colocados allí (Génesis xxiii. 9, 16-20; xxv. 9; xlix. 30-31; 1. 13). Sólo se la designa dos veces como la «cueva» del Maquela (Gn. xxiii. 9, xxv. 9); en los demás casos se la llama «la cueva del campo del Maquela» o «la cueva en el campo del Maquela». No se hace ninguna otra referencia a ella o al lugar de enterramiento de los Patriarcas, aunque algunos estudiosos encuentran una alusión a ella en II Sam. xv. 7, 9.

Josefo habla de la compra del campo de Efrón en Hebrón por parte de Abraham como lugar de enterramiento y de las tumbas (Μνημεῖα) construidas allí por Abraham y sus descendientes, sin mencionar, sin embargo, el nombre de «Macpela» («Ant.» i. 14. 22). En el siglo XII la cueva de la Maquela comenzó a atraer visitantes y peregrinos, lo que despertó la curiosidad y el asombro de los nativos. Benjamín de Tudela relata: «En Hebrón hay un gran lugar de culto llamado ‘San Abraham’, que antes era una sinagoga judía. Los nativos erigieron allí seis sepulcros, que dicen a los extranjeros que son los de los Patriarcas y sus esposas, exigiendo dinero como condición para verlos. Si un judío da una cuota adicional al guardián de la cueva, se abre una puerta de hierro que data de la época de nuestros antepasados, y el visitante desciende con una vela encendida. Atraviesa dos cuevas vacías y en la tercera ve seis tumbas, en las que están inscritos los nombres de los tres patriarcas y sus esposas en caracteres hebreos. La cueva está llena de barriles que contienen huesos de personas, que se llevan allí como a un lugar sagrado. Al final del campo de la Maquela se encuentra la casa de Abraham con un manantial delante» («Itinerario», ed. Asher, pp. 40-42, Hebr.). Samuel b. Sansón visitó la cueva en 1210; dice que el visitante debe descender por veinticuatro escalones en un pasillo tan estrecho que la roca le toca a ambos lados («Fondo de Exploración Pal.», Declaración Trimestral, 1882, p. 212). Ahora la cueva está oculta por una mezquita; antiguamente era una iglesia, construida por los cruzados entre 1167 y 1187 y restaurada por los árabes (comp. Stanley, «Sinaí y Palestina», p. 149).

Tumba de Adán y Eva.

En la literatura rabínica:

El nombre de «Machpelah» (= «la doble») pertenece, según los rabinos, a la cueva sola, siendo sus razones para el nombre varias: era una cueva doble, con dos pisos (Rab); contenía pares de tumbas (Samuel); tenía un valor doble a los ojos de la gente que la veía; cualquier persona enterrada allí podía esperar una recompensa doble en el mundo futuro; cuando Dios enterró a Adán allí tuvo que doblarlo juntos (Abahu; ‘Er. 53a; Gen. R. lviii. 10). Adán y Eva fueron la primera pareja enterrada allí, y por ello Hebrón, donde estaba situada la cueva, llevaba el nombre adicional de «Kirjath-arba» (= «la ciudad de los cuatro»; es decir, de las tumbas de Adán y Eva, Abraham y Sara, Isaac y Rebeca, Jacob y Lea (‘Er. 53a; Soṭah 13a; comp. Gen. R. lviii. 4).

Según el Pirḳe R. El. xxxvi., la cueva de Macpela estaba en Jebús, y la razón que indujo a Abraham a comprarla fue la siguiente: Cuando Abraham fue a buscar el becerro para sus invitados (comp. Gn. xviii. 7) éste se escapó a la cueva de Macpela. Abraham corrió tras él, y cuando entró en la cueva vio a Adán y Eva tumbados en sus camas como si estuvieran durmiendo, mientras había velas encendidas a su alrededor, exhalando un olor fragante. Abraham, lleno de deseo de poseer la cueva, decidió comprarla a cualquier precio. Sin embargo, los jebuseos se negaron a vendérsela hasta que jurara que, cuando sus descendientes conquistaran la tierra de Canaán, dejarían a salvo la ciudad de Jebús (Jerusalén). En consecuencia, Abraham hizo el juramento, y los jebuseos lo inscribieron en ídolos de bronce que colocaron en los mercados de la ciudad. Esta fue la razón por la que los hijos de Benjamín no expulsaron a los habitantes de Jebús (Jueces i. 21). Abraham aseguró su compra de la cueva de Macpela mediante una escritura formal firmada por cuatro testigos: Amigal, hijo de Abishua el Hitita; Elihoreph, hijo de Ashunah el Hivita; ‘Iddon, hijo de Ahira el Gardita; Aḳdul, hijo de ‘Abudish el Zidonita («Sefer ha-Yashar,» sección «Ḥayye Sarah,» p. 37a, Leghorn, 1870).

Existe una tradición cristiana según la cual Adán fue enterrado en Jerusalén en el mismo lugar en el que Jesús fue crucificado.

Lo más probable es que no sea cierto que Jesús fuera crucificado sobre la tumba de Adán. La idea de que el Gólgota tenía un doble significado -como lugar de la muerte de Jesús y de la sepultura de Adán- proviene de una antigua leyenda alimentada por la alegoría medieval y diversas consideraciones teológicas.

La idea de que Jesús fue crucificado sobre la tumba de Adán aparece bastante pronto en la historia cristiana. Orígenes, Crisóstomo y Jerónimo hacen referencia a la idea, aunque, en particular, ninguno de los tres admitió la veracidad del relato. Epifanio de Salamina (c. 315-403) escribió que «nuestro Señor Jesucristo fue crucificado en el Gólgota, en ningún otro lugar que donde yacía enterrado el cuerpo de Adán. Pues después de abandonar el Paraíso, vivir frente a él durante mucho tiempo y envejecer, Adán vino más tarde y murió en este lugar, me refiero a Jerusalén, y fue enterrado allí, en el lugar del Gólgota. Probablemente, el lugar, que significa «lugar de la calavera», recibió así su nombre, ya que el contorno del lugar no se parece a una calavera» (Panarion, Libro I, §45, «Contra los Severos»).

La tradición judía dice que Adán fue enterrado en Hebrón, en la Cueva de Macpela, el mismo lugar donde más tarde fueron enterrados Abraham y su familia (véase Génesis 49:30-31). Hay un par de leyendas islámicas diferentes que también tratan sobre el lugar de descanso final de Adán. Según una tradición relatada por Ibn Kathir, Noé se llevó los restos de Adán a bordo del arca y posteriormente volvió a enterrarlo en Jerusalén.

Una tradición cristiana -la mencionada por Orígenes y otros- sitúa la tumba de Adán en Jerusalén inmediatamente debajo del lugar donde se encontraba la cruz de Jesús. En algunas versiones de la historia, el lugar de enterramiento de Adán se llama la Cueva de los Tesoros. Hoy en día en Jerusalén, a lo largo de la Vía Dolorosa, hay una pequeña habitación cerca de la Piedra de la Unción antes de la Estación 14 llamada la Capilla de Adán, donde supuestamente fue enterrado Adán. Al este de la capilla, a través de una ventana, es visible lo que se conoce como la Roca del Gólgota. La roca está agrietada (una característica atribuida al terremoto mencionado en Mateo 27:51). Según la historia, la grieta permitió que la sangre de Jesús goteara en la tumba de Adán, sobre el cráneo de éste, redimiendo así al primer hombre. – ¿Es cierto que Jesús fue crucificado sobre la tumba de Adán?

Si bien es cierto que para algunos se trata de una tradición o de una leyenda, algunos místicos católicos se inclinan por la verdad. La beata Catalina Emmerich escribe sobre esto en sus revelaciones, que uno es libre de creer o no.

Lo siguiente está tomado de las revelaciones del libro de la Beata Catalina Emmerich La Dolorosa Pasión de Nuestro Señor Jesucristo por Ana Catalina Emmerich

Sobre el nombre del Calvario.

Mientras meditaba sobre el nombre del Gólgota, el Calvario, el lugar de las calaveras, llevado por la roca sobre la que fue crucificado Jesús, me quedé profundamente absorta en la contemplación, y contemplé en espíritu todas las épocas desde el tiempo de Adán hasta el de Cristo, y en esta visión se me dio a conocer el origen del nombre. Doy aquí todo lo que recuerdo sobre este tema. Vi a Adán, después de su expulsión del Paraíso, llorando en la gruta donde Jesús sudó sangre y agua, en el Monte Olivete. Vi cómo Set fue prometido a Eva en la gruta del pesebre de Belén, y cómo ella lo dio a luz en esa misma gruta. También vi a Eva viviendo en unas cavernas cerca de Hebrón, donde después se estableció el monasterio esenio de Maspha.

Contemplé entonces el país donde se construyó Jerusalén, tal como apareció después del Diluvio, y la tierra estaba toda despoblada, negra, pedregosa, y muy diferente de lo que había sido antes. A una inmensa profundidad bajo la roca que constituye el monte Calvario (que se formó en este lugar por el rodamiento de las aguas), vi la tumba de Adán y Eva. La cabeza y una costilla faltaban en uno de los esqueletos, y la cabeza restante estaba colocada dentro del mismo esqueleto, al que no pertenecía. Los huesos de Adán y Eva no habían quedado todos en esta tumba, pues Noé tenía algunos de ellos con él en el arca, y fueron transmitidos de generación en generación por los Patriarcas. Noé, y también Abraham, tenían la costumbre, cuando ofrecían sacrificios, de poner siempre algunos de los huesos de Adán sobre el altar, para recordar al Todopoderoso su promesa. Cuando Jacob le dio a José su túnica abigarrada, le dio al mismo tiempo algunos huesos de Adán, para que los guardara como relevo. José los llevaba siempre en su pecho, y fueron colocados con sus propios huesos en el primer relicario que los hijos de Israel sacaron de Egipto He visto muchas cosas similares, pero algunas las he conseguido, y las otras el tiempo no me permite describirlas.

En cuanto al origen del nombre del Calvario, aquí doy todo lo que sé. Contemplé la montaña que lleva este nombre tal como era en la época del profeta Eliseo. No era entonces lo mismo que en el momento de la Crucifixión de nuestro Señor, sino que era una colina, con muchas paredes y cavernas, que parecían tumbas, sobre ella. Vi al Profeta Eliseo descender a estas cavernas, no puedo decir si en la realidad o sólo en una visión, y le vi sacar un cráneo de un sepulcro de piedra en el que descansaban los huesos. Alguien que estaba a su lado -creo que un ángel- le dijo: «Este es el cráneo de Adán». El profeta quiso llevárselo, pero su compañero se lo prohibió. Vi en el cráneo algunos cabellos de color claro.

Supe también que el profeta, al relatar lo que le había sucedido, el lugar recibió el nombre de Calvario. Finalmente, vi que la Cruz de Jesús estaba colocada verticalmente sobre el cráneo de Adán. Se me informó que este lugar era el centro exacto de la tierra; y al mismo tiempo se me mostraron los números y medidas propios de cada país, pero los he olvidado, tanto individualmente como en general. Sin embargo, he visto este centro desde arriba, y como a vista de pájaro. De este modo, una persona ve mucho más claramente que en un mapa todos los diferentes países, montañas, desiertos, mares, ríos, ciudades, e incluso los lugares más pequeños, ya sean lejanos o cercanos.

La Iglesia Ortodoxa también cree en esta tradición.

Capilla de Adán, Iglesia del Santo Sepulcro

Para obtener más información sobre este tema se pueden consultar los siguientes artículos:

Jiafjooafj1231

En el momento en que comieron el fruto prohibido de la prohibición.

Pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comas de él morirás (Génesis 2:17).

Comentarios

  • Dudo que Adán pudiera vivir 930 años. Es decir, 120 años parecen razonables, pero ¿930? La tierra debió de moverse muy rápido alrededor del sol en aquella época. Por otra parte, 930 pasteles de cumpleaños parece bastante bueno. –  > Por Jiafjooafj1231.
  • @RobKwasowski Satanás dijo que no morirían –  > Por Kris.
  • @Jiafjooafj1231 Creo que el OP está preguntando sobre la muerte física en lugar de la noción de la muerte espiritual a través de la separación de Dios por la desobediencia. Además, hay una gran cantidad de gente de larga vida registrada en las primeras partes del Génesis; ¿por qué dudar de la edad registrada de Adán? –  > Por Mike Borden.