En el 1 Reyes, tenemos al hombre de Dios de Judá, que vino a Betel para advertir a Jeroboam y termina siendo asesinado a la salida por un Antiguo Profeta que le mintió.
1 Reyes 13:18
Nueva Versión Internacional (NVI)
18: El viejo profeta respondió: «Yo también soy profeta, como tú. Y un ángel me dijo por palabra del Señor: ‘Tráelo contigo a tu casa para que coma pan y beba agua'». (Pero le estaba mintiendo).
23: Cuando el hombre de Dios terminó de comer y de beber, el profeta que lo había traído le ensilló su asno.
24: Mientras seguía su camino, un león lo encontró en el camino y lo mató, y su cuerpo quedó tendido en el camino, con el burro y el león de pie junto a él.
Evidentemente se trata de un movimiento de imitación por parte del Profeta. Mentir al hombre de Dios y hacer que lo maten.
¿Qué justifica las acciones de este hombre? No he leído nada que apunte a su castigo por mentir. ¿Cuál fue la razón de las acciones del Profeta?
- Yo diría que es una prueba de Dios. Los profetas tienen una responsabilidad mayor que la gente común. – user900
Por lo que se ve, el viejo profeta quería compañía para una comida. Cuando escucha que el hombre de Dios le responde que el Señor le había dicho que no hiciera esa comida, no cree y se muestra despectivo, como diciendo «claro, claro, yo también soy profeta y I me han dicho que te pregunte ahora mismo». Esto era una mentira: Dios no hizo que el viejo profeta eligiera mentir de esta manera, Dios no le dijo que probara al hombre de Dios mintiendo, pero seguramente Dios sabía que este viejo profeta mentiría.
El hombre de Dios acepta ir con el viejo profeta, desobedeciendo directamente lo que Dios le había dicho. Entonces es asesinado por un peligro del que Dios le había advertido. Eligió desobedecer a Dios, que es la definición misma de pecado. Debemos llorarle, pero recordar que él es el mayor responsable de su propia muerte.
En cuanto al viejo profeta, parece evitar responsabilizarse del grave escándalo que ha provocado (siendo el escándalo el hecho de llevar a otra persona al pecado). Cuando se entera de que el hombre de Dios fue mutilado y muerto por el león, dice:
«Es el hombre de Dios que se rebeló contra el encargo de Yahveh. Yahveh lo ha entregado a un león, que lo ha destrozado y matado, según la palabra que Yahveh le había dicho».
(1 Reyes 13:26)
Está claro que ser profeta no significa estar libre de pecado. Sin embargo, aunque el viejo profeta parece declarar públicamente su no implicación, sus acciones sugieren que siente un remordimiento muy serio por lo sucedido, pues va a buscar y luego a enterrar el cuerpo, y se lamenta diciendo «¡Ay, hermano mío!», y luego ordena a sus hijos que su propio cuerpo sea colocado en la misma tumba que el hombre de Dios, al que reconoce como profeta.