¿Se puede conceder una anulación después de que el matrimonio haya recibido una Sanatio in Radice (Sanación Radical)? En caso afirmativo, ¿qué justificación es necesaria/válida?
usuario13992
- No se puede iniciar un proceso de anulación si no hay un divorcio civil, es decir, si no se rompe el matrimonio. – usuario13992
Un matrimonio puede ser declarado nulo (se le concede la «anulación», aunque el Derecho Canónico no utiliza ese término) después de una sanatio in radice por las mismas razones por las que se declara la nulidad de cualquier matrimonio: por impedimentos o por defecto de consentimiento. (Ver mi respuesta a ¿Es el divorcio de anulación católico?).
Sin embargo, el proceso sería, por así decirlo, doblemente difícil, porque la nulidad del matrimonio tendría que establecerse tanto en el momento del intercambio de consentimiento (es decir, en la boda) como en el momento de su convalidación (en este caso, mediante una sanación radical).
(Por supuesto, hay razones para sospechar que el matrimonio era inválido hasta el momento de su convalidación: por eso se solicitó una sanación radical. El caso de nulidad probablemente tendría que descansar en algún otro factor que la sanación radical no tomó en consideración).
Un poco de contexto para el beneficio de los lectores
Si una pareja católica descubre que puede haber algo que haga que su matrimonio sea inválido (algún impedimento o un defecto de consentimiento), la Iglesia ofrece varias formas de regularizar su situación. (Se encuentran en el Código de Derecho Canónicocan. 1156-1165.) Esta regularización es necesaria, porque si el matrimonio es, de hecho, inválido, la pareja no se beneficia de las gracias que provienen del Sacramento del Matrimonio.
La forma más sencilla es la llamada convalidación simple: la pareja simplemente intercambia sus votos de la forma habitual ante un testigo autorizado (normalmente un sacerdote o diácono). Se trata, en efecto, de una nueva ceremonia nupcial, aunque sencilla.
En algunos casos, sin embargo, no es necesaria una simple convalidación, porque la Iglesia puede aprovechar el consentimiento ya intercambiado. En ese caso, el procedimiento adecuado es la sanatio in radiceque es esencialmente un decreto por parte de la autoridad competente (el ordinario local) de que se han eliminado todos los impedimentos para el matrimonio. Una vez que la sanatio el consentimiento originalmente intercambiado es suficiente para que el matrimonio sea válido.