¿Cuáles son las implicaciones teológicas del «filioque»?

James T preguntó.

Dependiendo de su tradición, el Credo de Nicea puede o no decir que el Espíritu Santo procede del Hijo además del Padre:

(griego) τὸ ἐκ τοῦ πατρὸς ἐκπορευόμενον – que del Padre procede
(latín) qui ex Patre Filioque procedit – que del Padre y del Hijo procede

Este ha sido un punto de disputa entre las iglesias ortodoxas y occidentales, esta última categoría incluye tanto a los católicos como a los protestantes, durante al menos mil años, contribuyendo al Gran Cisma. He leído sobre la historia del «filioque«pero no tengo ni idea de cuál es la diferencia teológica. Entiendo que hay algunas dudas sobre si «ἐκπορευόμενον» significa lo mismo que «procedit», por lo que ambas versiones podrían ser correctas (y aparentemente todos estamos de acuerdo en que sería incorrecto insertar «y el Hijo» en el griego) pero no veo lo que cualquiera de las dos versiones de «procede» pretende implicar sobre la naturaleza de la Trinidad.

Si el Espíritu procede del Padre y del Hijo, o sólo del Padre, ¿qué significa eso realmente para nuestra comprensión de Dios?

Comentarios

  • Cuando digo «filioque» en voz alta, sale como «philly-OK». De alguna manera no creo que eso sea correcto… –  > Por Richard.
  • @Richard youtube.com/watch?v=ikHM5-UzqGU«filioque» a las 3:18 aproximadamente –  > Por James T.
  • Jeje. 😉 Sí, la Wikipedia tiene una guía de pronunciación que ayudó. Por cierto, es una música muy bonita. ¡Buen enlace! –  > Por Richard.
2 respuestas
gmoothart

El filioque pretende ser una explicación teológica de la relación entre el Espíritu y el Hijo. La Biblia nos dice que el Hijo es engendrado del Padre, y que el Espíritu procede del Padre, pero cualquier trinitario curioso se va a preguntar cuál es la relación Espíritu-Hijo. Y Occidente, por regla general, está mucho más interesado en precisar los detalles teológicos que Oriente.

En cuanto a la teología que sigue, el filioque ha llevado a algunos teólogos occidentales a sugerir que el Espíritu Santo es el amor entre el Padre y el Hijo, un amor tan fuerte que es una verdadera personalo cual es un pensamiento interesante.

Los ortodoxos tienen algunas objeciones doctrinales a ella, en gran parte porque convierte al Espíritu Santo en un miembro subordinado o menos importante de la Trinidad:

El filioque distorsiona la triadología ortodoxa al hacer del Espíritu un miembro subordinado de la Trinidad. La Triadología tradicional consiste en la noción de que para cualquier rasgo dado, debe ser o bien común a todas las Personas de la Trinidad o bien único a una de ellas. Así, la paternidad es única para el Padre, mientras que el engendramiento es único para el Hijo, y la procesión es única para el Espíritu. La divinidad, sin embargo, es común a todos, al igual que la eternidad, la increación, etc. Afirmar que algo puede ser compartido por dos Personas (por ejemplo, ser la fuente de la procesión del Espíritu) pero no la otra es elevar a esas dos Personas a expensas de la otra. Así, se destruye el equilibrio de la unidad y la diversidad.

Sin embargo, históricamente, la disputa ha sido tanto sobre la autoridad de la iglesia como sobre la teología. El credo original (de los concilios ecuménicos de Nicea y Constantinopla) no incluía el filioquey cuando el obispo de Roma sancionó unilateralmente su uso, los obispos orientales lo vieron como algo totalmente ajeno a su autoridad.

Comentarios

  • Es una tangente lateral (buena respuesta por otra parte), pero «un amor tan fuerte que es una persona real» es mucho más disparatado que interesante. Por ejemplo: «Esta inspiración es tan fuerte que es el café». ¿Eh? –  > Por Rex Kerr.
  • @gmoothart Nunca he visto un argumento tan claro contra el filioque. ¿De dónde has sacado la cita? –  > Por deps_stats.
  • @deps_stats, es del enlace «objeciones doctrinales» de la frase anterior. –  > Por gmoothart.
  • @gmoothart Sé que esto llega tarde pero hay que tener en cuenta que la analogía de «el Espíritu es el amor entre ellos» es un pensamiento agustiniano. Es muy anterior al Sínodo de Toledo que introdujo el Filioque. –  > Por Ignacio Teóforo.
  • Además, decir que la ICR cree que la procesión del Padre es la misma que la procesión del Hijo (a diferencia de dos acciones separadas con dos caracteres muy distintos) es un equívoco en el mejor de los casos. –  > Por Ignacio Teóforo.
AthanasiusOfAlex

Me gustaría añadir algunos antecedentes teológicos a esta respuesta desde la perspectiva católica (y naturalmente, invitaría a los lectores ortodoxos a contribuir con su propia perspectiva).

En primer lugar, algunos antecedentes históricos:

Como señala la pregunta original, el Credo Niceno-Constantinopolitano fue escrito originalmente en griego. Aunque los conceptos fundamentales de ese Credo fueron elaborados hacia el año 381 en el Primer Concilio de Constantinopla, el texto que hoy se utiliza comúnmente en las celebraciones litúrgicas, tanto orientales como occidentales, no parece haberse estabilizado hasta el Concilio de Calcedonia, en el año 451.

(El Concilio de Nicea, en el año 325, en lo que respecta al dogma trinitario, sólo se ocupó de la relación entre el Padre y el Hijo, ya que la divinidad del Hijo fue impugnada por Arrio; fue el Concilio de Constantinopla I el primero en afirmar explícitamente la divinidad del Espíritu Santo).

En cualquier caso, como se ha señalado, el texto en griego que finalmente fue adoptado universalmente contiene la frase

[Πιστεύομεν] εἰς τὸ Πνεῦμα τὸ Ἅγιον … τὸ ἐκ τοῦ πατρὸς ἐκπορευόμενον.

que significa

[Creemos] en el Espíritu Santo … que sale del Padre.

Este es el texto que se encuentra en las actas del Concilio de Calcedonia. Nótese que la frase τὸ ἐκ τοῦ πατρὸς ἐκπορευόμενον se hace eco de Juan 15:26, que dice en griego

τὸ πνεῦμα τῆς ἀληθείας ὃ παρὰ τοῦ πατρὸς ἐκπορεύεται ἐκεῖνος μαρτυρήσει περὶ ἐμοῦ. (El Espíritu de la Verdad, que sale del Padre, dará testimonio de mí).

Los distintos Vetus Latina y Vulgata del Nuevo Testamento traducen la palabra ἐκπορεύεται como procedit. Esta traducción está probablemente bien para el lenguaje ordinario de la época, pero causa un problema en un documento teológico técnico como es un símbolo de fe. Si se observan las etimologías de ambos términos, tienen significados sutilmente diferentes: el verbo ἐκπορεύομαι significa «venir de (ἐκ) algo»; el latín procedo significa «salir (pro).»

La diferencia clave, al menos en la forma en que las distintas tradiciones entendían los términos, es que ἐκπορεύομαι insiste en el origen último de lo que ha salido, mientras que procedo sólo insiste en el hecho de emitirse.

Para hacer una analogía, supongamos que el Presidente de los Estados Unidos envía una carta al Primer Ministro del Reino Unido. El Presidente, naturalmente, la envía a través de su Secretario de Estado. En griego, si se pregunta «¿de quién sale la carta (ἐκπορεύεται)?» la respuesta es «del Presidente, y sólo del Presidente». En latín, si se pregunta «¿de quién procede la carta (procedit)», se podría responder con veracidad: «del Presidente y de su Secretario de Estado», porque lo importante es que ha sido emitida.

En términos más técnicos, siempre que los Padres orientales hablaban de ἐκπόρευσις, lo entendían de tal manera que se refería a la monarquía del Padre. Sólo el Padre puede ser la Fuente u Origen último de la ἐκπόρευσις. Ningún Padre griego dijo jamás: «el Espíritu sale (ἐκπορεύεται) del Hijo»; considerarían con razón que tal afirmación es una herejía, pues implicaría que el Hijo es también una Fuente última, y por tanto no recibe todo lo que tiene del Padre.

Los Padres occidentales, en cambio, desarrollaron su teología trinitaria utilizando el lenguaje desarrollado por Tertuliano. Los Padres occidentales entendían por «procesión» la comunicación de la Esencia Divina del Padre al Hijo, y del Padre a través del Hijo al Espíritu Santo. Para la teología trinitaria latina, el concepto de «procesión» no implica automáticamente que el principio de esa procesión deba ser el último fuente.

Tanto los Padres orientales como los occidentales están de acuerdo en que el Padre comunica su esencia al Hijo, y que el Hijo comunica esa esencia al Espíritu Santo; los Padres occidentales llaman a esa comunicación «procesión»; los Padres orientales no la llaman ἐκπόρευσις, sino que utilizan un término diferente, τὸ προϊέναι.

Por qué la Iglesia occidental insistió en la inserción del Filioque? En la versión latina del Credo, la cláusula equivalente dice

[Credo] in Spiritum Sanctum … qui ex Patre (Filioque) procedit.

Como ya he dicho, para los Padres latinos procedere en este contexto significa «comunicar la Esencia Divina», lo mismo que el griego τὸ προϊέναι. Si uno fuera a negara el Filioqueequivaldría a negar que el Hijo comunica su Esencia al Espíritu Santo, lo cual es contrario a la enseñanza universal de los Padres.

Además, implicaría una especie de subordinacionismo: si el Hijo es verdaderamente «constubstancial» (uno en la Sustancia o Esencia) con el Padre, entonces ha recibido todo lo que el Padre tiene (excepto la Paternidad, que es una relación de origen). Eso incluye la capacidad, por así decirlo, de comunicar esa Esencia al Espíritu Santo. Negar el Filioque implicaría que el Hijo ha recibido la Esencia Divina sólo «parcialmente» (si eso tiene algún sentido) y, por tanto, que no es plenamente consustancial al Padre.

Podemos decir, en resumen, que la tradición teológica occidental ha fundido, por razones históricas y lingüísticas, en un solo concepto llamado «procesión» lo que la teología griega ha dividido en dos: ἐκπόρευσις y τὸ προϊέναι. Ninguno de los dos enfoques es erróneo, pero cada uno debe entenderse en su contexto.

Por tanto, en griego, la siguiente afirmación es una herejía:

τὸ Πνεῦμα τὸ Ἅγιον ἐκπορεύεται ἐκ τοῦ Πατρὸς και τοῦ Υἱοῦ (el Espíritu Santo sale en última instancia del Padre y del Hijo).

Asimismo, la siguiente afirmación en latín es una herejía:

Spiritus Sanctus procedit ex Patre tantum (el Espíritu Santo procede sólo del Padre).

(Curiosamente, las iglesias católicas orientales -las iglesias en comunión con el Obispo de Roma que emplean prácticas litúrgicas orientales- no utilizan el Filioque cuando recitan el Credo, y la Iglesia Católica ha insistido en que no lo hagan).

Mi conclusión, después de investigar ampliamente esta cuestión, es que no existe ninguna contradicción fundamental entre la comprensión oriental y occidental de la Trinidad, sino simplemente una diferencia de enfoque y de terminología.

(La base de esta reflexión se encuentra en un excelente documento titulado Las tradiciones griega y latina sobre la procesión del Espíritu Santopublicado en 1995 por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos).

Comentarios

  • ¡Vaya! Es la primera vez que leo una armonización convincente de los dos puntos de vista con la que puedo estar de acuerdo. ¡Gracias! –  > Por Paul Chernoch.
  • El enlace lleva a un 404 ahora. ¿Podría actualizarlo, por favor? –  > Por Andrei E.
  • @AndreiE, hecho. –  > Por AthanasiusOfAlex.