¿La enseñanza católica sobre la definición del pecado mortal es de fide?

La definición católica de pecado mortal:

  1. Su objeto debe ser grave.
  2. Debe ser cometido con pleno conocimiento (y conciencia) de la acción pecaminosa y de la gravedad de la ofensa.
  3. Debe ser cometido con un consentimiento deliberado y completo

¿Es esta definición De Fide (dogma)? ¿O se permite a los católicos mantener una definición diferente de pecado mortal, por ejemplo la definición ortodoxa oriental (y potencialmente católica oriental) que establece que un pecado mortal es «cualquier pecado del que no te arrepientes»?

usuario35774

Comentarios

  • En realidad, (2) y (3) son parte de la definición de pecado (no calificado): incluso para un potencial pecado venial, si se comete en ingorancia o coacción, no califica como pecado. –  > Por Wtrmute.
  • Wtrmute, si alguien hace algo que está mal, incluso en la ignorancia o en la coacción, todavía constituye como un pecado venial. Aunque la ignorancia o la coacción disminuirán su gravedad. –  > Por Virginia.
2 respuestas
ajjp5o7

No sé si ha habido una definición solemne de la doctrina por parte de un papa o concilio, pero esta definición forma parte del depósito de la fe. Está definida exactamente como usted dice en el Catecismo de la Iglesia Católica en el punto 1857, y la distinción entre pecado venial y mortal también está definida en el punto 1854.

El punto 1854 dice: «Los pecados se valoran correctamente según su gravedad. La distinción entre pecado mortal y venial, ya evidente en la Escritura, pasó a formar parte de la tradición de la Iglesia. Está corroborada por la experiencia humana».

Este punto afirma que la doctrina está presente en la Escritura y forma parte de la tradición de la Iglesia.

Si entendemos por dogma «una verdad perteneciente a la fe o a la moral, revelada por Dios, transmitida por los Apóstoles en las Escrituras o por la tradición, y propuesta por la Iglesia para la aceptación de los fieles.» Entonces sí, esta definición de pecado mortal es dogmática.

Si por dogma entendemos una declaración solemne de la Iglesia, yo seguiría argumentando que sí es dogmática ya que está definida en el CIC que es el producto de un Concilio.

El Concilio de Trento también habla del pecado mortal, pero no he podido encontrar una definición en él. Quizás alguno de los concilios anteriores tenga una definición.

Comentarios

  • ¿Insinúa usted que cada párrafo del CIC es un dogma infalible? (No es por buscar pelea, sólo por curiosidad) – user35774
  • En la medida en que es producto de un concilio general, creo que se puede decir que está propuesto para nuestra creencia. Eso sí, creo que hay que interpretarlo adecuadamente. Por ejemplo el punto 2352 no da una definición completa de la masturbación, pero la definición completa se puede obtener leyendo el resto del CIC. ¿Qué opina usted? –  > Por ajjp5o7.
Geremia

Como mencionó Wtrmute, #2 & #3 son necesarios para el pecado porque el pecado es un acto humano maloo como San Agustín definió el pecado«El pecado es una palabra, un acto o un deseo contra la ley eterna». (Contra Fausto. xxii). Como el pecado es un acto humano la voluntad es el sujeto del pecadono existe el pecado involuntario.

Con respecto al nº 1, el capítulo 15 de la 6 sesión del Concilio de Trentosobre la justificación, afirma que los pecados enumerados en 1 Cor. 6:9-10 son mortales/letales (es decir, siempre son materia grave):

Que, por cada pecado mortal, se pierde la gracia, pero no la fe.

En oposición también a los ingenios sutiles de ciertos hombres, que, con discursos agradables y buenas palabras, seducen los corazones, de los inocentes, [Rom. xvi. 18se ha de sostener que la gracia recibida de la Justificación se pierde, no sólo por la infidelidad, por la que se pierde incluso la misma fe, sino también por cualquier otro pecado mortal [mortali peccatoaunque no se pierda la fe; defendiendo así la doctrina de la ley divina, que excluye del reino de Dios no sólo a los incrédulos, sino también a los fieles [que son] fornicarios, adúlteros, afeminados [es decir, sodomitas], mentirosos con los hombres [es decir, hombres que se acuestan con los hombres], ladrones, codiciosos, borrachos, ladrones, extorsionadores, [1 Cor. vi. 9, 10] y todos los demás que cometen pecados mortales [letalia peccata]; de los cuales, con la ayuda de la gracia divina, pueden abstenerse, y a causa de los cuales están separados de la gracia de Cristo.

(Además, para más información sobre la división del pecado en venial y mortal, véase la obra de Santo Tomás de Aquino Suma Teológica I-II q. 88.)