Cómo influye la gramática en el significado en «ἡ κατὰ θεὸν λύπη» y «ἡ τοῦ κόσμου λύπη» en 2 Corintios 7:10?

Der Übermensch preguntó.

El texto griego de 2 Corintios 7:10 según la 28ª ed. de Nestlé-Aland dice,

Ιʹ ἡ γὰρ κατὰ θεὸν λύπη μετάνοιαν εἰς σωτηρίαν ἀμεταμέλητον ἐργάζεται- ἡ δὲ τοῦ κόσμου λύπη θάνατον κατεργάζεται. NA28, ©2012

El apóstol Pablo menciona ἡ λύπη («dolor») dos veces. Primero, lo modifica con la frase preposicional κατὰ θεὸν. Luego, lo utiliza en una construcción genitiva: ἡ τοῦ κόσμου λύπη. Cuál es la traducción más exacta de cada frase, y cómo afecta la gramática (λύπη modificado por una frase preposicional v. λύπη en una construcción genitiva) al significado de cada frase?

Hubo alguna razón por la que el apóstol Pablo prefirió una construcción genitiva en la última ocurrencia (ἡ τοῦ κόσμου λύπη) en lugar de, quizás, otra frase preposicional como ἡ κατὰ κόσμον λύπη? O bien, ¿esta última ocurrencia sólo tiene sentido cuando se interpreta en una construcción de genitivo?

Comentarios

  • Entonces, ¿preguntas por qué la primera expresión no era también un genitivo -‘la de la pena de Dios’ equilibrada con ‘la de la pena del mundo’? Y por lo tanto, ¿cuál es el efecto (presumiblemente un énfasis de algún tipo) de usar kata en lugar de usar ‘de’ en la primera parte del dístico? –  > Por Nigel J.
  • @NigelJ-Sí, o viceversa. –  > Por Der Übermensch.
1 respuestas
Levan Gigineishvili

Quizás Pablo pone genitivo y no κατὰ+acusativo para el «mundo» pues crea un maravilloso equívoco: a) puede significar «la pena de uno por las cosas mundanas (κόσμος figurando como objeto) que son indignas y peligrosas por ser codiciadas (porque si uno las persigue, dejará sin realizar la potencialidad de desarrollo hacia la perfección divina, lo que es metafóricamente hablando «la muerte»); y b) puede significar «la pena del mundo» (κόσμος figurando como sujeto), es decir, la pena de esa mayor parte de la humanidad que eligió no seguir a Cristo (como la semántica de κόσμος en Juan 16: 20).

Con referencia a Dios tal ambivalencia es imposible, pues Dios no puede ser sujeto de λύπη, no puede tener pena, sólo nosotros podemos tener la λύπη «según Dios» por estar tan lejos de su perfección y anhelar y colaborar con la presencia de Cristo en nosotros para alcanzarla.