Olas embravecidas del mar, espumando su propia vergüenza; estrellas errantes, a las que está reservada la negrura de las tinieblas para siempre.
Compara esto con el libro de Enoc, que aparentemente Judas consideraba canónico:
18:12 «Más allá del abismo vi un lugar que no tenía el firmamento del cielo arriba ni la tierra firmemente cimentada debajo; no había agua en él ni aves, sino que era un lugar desolado y horrible». 13. Vi allí siete estrellas como grandes montañas ardientes, y a mí, cuando pregunté por ellas, 14. El ángel dijo: ‘Este lugar es el fin del cielo y de la tierra: se ha convertido en una prisión para las estrellas y el ejército del cielo.
- El hecho de que algunas palabras sean similares no implica que Judas conociera o aprobara el otro escrito. Eso es una suposición. Todo el pasaje, en su contexto, se refiere a (versículo 4) «ciertos hombres que se introdujeron inadvertidamente». – > Por Nigel J.
- No entiendo cómo se llega a los planetas o a los ángeles a partir de ese texto. En ninguna parte aparece ninguna de estas palabras en ese verso, sin embargo soy consciente de la conexión entre la estrella de la mañana / día y Satanás sin embargo… – > Por James Shewey.
Judas 1:8-13 (DRB) De la misma manera estos hombres también contaminan la carne, y desprecian el dominio, y blasfeman la majestad. 9 Cuando el arcángel Miguel, disputando con el diablo, discutía sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a traer contra él el juicio de la palabra rabiosa, sino que dijo El Señor te lo ordena. 10 Pero estos hombres blasfeman de lo que no saben; y lo que naturalmente saben, como las bestias mudas, en esto se corrompen. 11 Ay de ellos, porque han seguido el camino de Caín; y tras el error de Balaam se han derramado por recompensa, y han perecido en la contradicción de Core.
12 Estos son manchas en [vuestras fiestas de amor], festejando juntos sin temor, alimentándose a sí mismos, nubes sin agua, que son llevadas por los vientos, árboles del otoño, infructuosos, dos veces muertos, arrancados de raíz, 13 olas furiosas del mar, espumando su propia confusión; estrellas errantes, a las que está reservada la tormenta de las tinieblas para siempre. 14 Ahora de estos Enoc también, el séptimo desde Adán, profetizó…
Esta parte de Judas se refiere a los lobos entre las ovejas, por así decirlo (Mt 7:15; 10:16), o la paja entre el trigo (Mt 3:12; 13:25), y no seres angélicos del tipo justo o caído. Menciona su discreta presencia en sus íntimas comidas cristianas de comunión, llamadas Ágapeo Fiesta del Amor (v. 12).1
Notas a pie de página
1 Una comida comunitaria que la Iglesia primitiva parece haber tenido (normalmente) con la Eucaristía, pero distinta de ella, como símbolo de la unidad cristiana (cf. Hechos 4:32)