Mateo 10:34-35
34 No penséis que he venido a enviar paz en la tierra; no he venido a enviar la paz, sino la espada. 35] Porque he venido a poner en conflicto al hombre con su padre, a la hija con su madre, y a la nuera con su suegra.
Juan 16:33
33 Estas cosas os he dicho, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis tribulación; pero tened buen ánimo; yo he vencido al mundo.
Los textos anteriores parecen estar en desacuerdo entre sí, ¿cómo podemos reconciliarlos?
- No hay nada que conciliar. El segundo pasaje dice claramente que en el mundo tendréis tribulaciónque es la misma idea que la expresada en el primer pasaje. Véase también Lucas 12:51-53. El hecho de que la paz interior y la paz mundana no son lo mismo queda claro en Juan 14:27 y 16:33. Lo mismo ocurre con la distinción entre la vida terrenal y la eterna en Mateo 10:39, 16:25; Marcos 8:35; Lucas 9:24, 17:33; Juan 12:25. – > Por Lucian.
No supongas que he venido a echar (βαλεῖν) la paz sobre la tierra. No he venido a echar (βαλεῖν) la paz, sino una espada. (Mateo 10:34 DLNT)
El Nuevo Testamento Literal de los Discípulos describe con precisión cómo Jesús fue no iba a traer la paz. Un significado de la palabra βαλεῖν significa echar o arrojar sin importar donde caiga. [906-ballo]
Jesús no vino a arrojar la paz sin importarle donde caiga. Más bien vino específicamente para que los que creen en su Nombre tengan la paz que Él trajo al mundo:
«Os dejo la paz. Os doy Mi paz. No os la doy como la da el mundo. No dejes que tu corazón se turbe, ni que tenga miedo. (Juan 14:27 DLNT)
«Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí. En el mundo tenéis aflicción, pero tened valor: yo he vencido al mundo». (Juan 16:33 DLNT)
En otras palabras, Su paz sería implantada una persona a la vez. La lógica interna de Mateo 10:34 es que Jesús no vino a arrojar Su paz sin importarle dónde cayera, sino que vino a arrojar Su espada (la Palabra) sin importarle dónde cayera.