Cuando Juan escribió el otro discípulo al que Jesús amaba (Juan 20:2), ¿lo distingue de los demás discípulos?

Perry Webb preguntó.

Cuando Juan escribió el otro discípulo a quien Jesús amaba (Juan 20:2), ¿lo distingue de los demás discípulos?

… a Simón Pedro y al otro discípulo, al que Jesús amaba,… (Juan 20: 2)

πρὸς Σίμωνα Πέτρον καὶ πρὸς τὸν ἄλλον μαθητὴν ὃν ἐφίλει ὁ Ἰησοῦς (Juan 20:2, NA27)

El uso del otro (τὸν ἄλλον, otro de la misma clase) parece apuntar a decir que Jesús amaba a los otros discípulos de la misma manera que a Juan, y que Juan sólo lo afirmaba para evitar usar su nombre. No estoy sugiriendo que uno pueda argumentar este caso basado en esta gramática, pero me pregunto si hay otra evidencia. ¿Hay alguna forma de diferenciar entre que este sea el caso y que Jesús tenga algún amor especial por Juan?

Dado que Juan se refería a sí mismo como el discípulo a quien Jesús amaba para evitar usar su nombre y llamar la atención sobre sí mismo, tiene más sentido que Juan usara la expresión para señalar quién era Jesús en lugar de una relación única con Cristo. Sin embargo, hay pruebas de fuentes como los padres de la iglesia que responden en un sentido o en otro.

Comentarios

  • No veo cómo se puede argumentar a favor. ‘Otro’ significa ‘otro que Pedro’. ‘Amado’ se refiere a ‘el único’. Juan conoce el amor, pues es un amor expresado a sí mismo, en privado. Juan es «el único». –  > Por Nigel J.
  • Pregunta aclarada con edición. –  > Por Perry Webb.
2 respuestas

Observe que la palabra utilizada para «amado» en Juan 20:2 es φιλέω (phileó) y NO ἀγαπάω (agapaó). Tenga en cuenta los siguientes usos:

  • φιλέω (phileó) es del afecto de Jesús por un discípulo en Juan 11:3 («el que amas», es decir, Lázaro), Juan 20:2 (Juan) y Juan 21:15-17 (Pedro).
  • Sin embargo, ἀγαπάω (agapaó) también se utiliza en la frase «el discípulo a quien Jesús amaba» en Juan 19:26 (Juan), Juan 21:7 (Juan), Juan 21:20 (Juan); pero también de forma ligeramente diferente de Pedro (Juan 21:15).

La expresión «el discípulo a quien Jesús amaba» (ya sea phileo o agapao) sólo se refiere al discípulo Juan. La razón por la que se ganó esta autodenominación ha sido objeto de muchas discusiones y debates. La conclusión habitual es la modestia y la reticencia de Juan a utilizar su propio nombre. No he podido encontrar ninguna discusión al respecto entre los padres ante nicaeanos. (¿Tal vez alguien más pueda?)

Sin embargo, mi opinión personal se refiere más a la relación en general. Más que ningún otro evangelista, Juan profundizó en el concepto de amor en su explicación de la vida de Jesús. Juan discute y utiliza esta palabra más que cualquier otro en el NT. Por lo tanto, creo que la designación de Juan como «el discípulo a quien Jesús amaba» fue el hombre que entendió ἀγαπάω (agapaó) y escribió sobre ello más que nadie.

usuario25930

Nhi

Al llamarse a sí mismo el discípulo a quien Jesús amaba, no creo que Juan estuviera reclamando una relación especial entre él y Jesús. Más bien, el hecho de que Juan se refiriera a sí mismo de esta manera refleja su conciencia de ser amado y el papel clave que el amor de Jesús desempeñó en la configuración de su identidad.

Juan escribió que el amor sólo puede ser entendido y definido por el amor de Dios hacia nosotros:

  • El amor de Dios se reveló entre nosotros de esta manera: Dios envió a su Hijo único al mundo para que pudiéramos vivir a través de él. En esto consiste el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo como sacrificio expiatorio por nuestros pecados. (1 Jn 4,9-10)

Si es el amor de Dios por nosotros lo que define lo que es el amor, fue el amor de Jesús por Juan lo que definió quién era Juan. Pero Juan nunca describió ese amor en términos exclusivos; siempre fue un amor por el conjunto de los discípulos. Ese amor fue especialmente evidente en las palabras que les dirigió en la última cena, relatadas ampliamente en el evangelio de Juan:

  • Jesús sabía que había llegado su hora de dejar este mundo e ir al Padre. Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. (Jn 13,1)
  • Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. (Jn 15,9)
  • «Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos. (Jn 15, 12-13)

No sólo en estos versículos, sino a lo largo de los pasajes de Juan 14 a 16, las palabras de Jesús transmiten su tierno amor por sus discípulos y sus esfuerzos por consolarlos y prepararlos para las pruebas que les esperan:

  • La paz os la dejo, mi paz os doy. No os la doy como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni tenga miedo. (Jn 14,27)

En su descripción de aquella noche, un versículo en particular captó la sensación de Juan de ser acogido en el corazón de Jesús:

  • Estaba reclinado en el seno de Jesús uno de sus discípulos al que amaba. (Jn 13:23, Biblia Literal de Berea)

De los doce, Juan sería el único discípulo que estaría bajo la cruz. Allí presenciaría y más tarde daría testimonio del amor que fluyó en forma de sangre y agua desde el corazón abierto de Jesús:

  • En cambio, uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. (El que vio esto ha dado testimonio para que vosotros también creáis. Su testimonio es verdadero y sabe que dice la verdad). (Jn 19:34-35)

El amor que Juan describió nunca fue sólo para sí mismo, aunque claramente transformó y definió quién era. Más que una relación especial, quizá lo que Juan tenía era una gracia y una vocación especiales: dar testimonio del amor redentor de Dios.